Santa Lucía: Errores exponenciales

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- El presidente se ve exultante, montado sobre la camioneta de las Fuerzas Armadas mientras recorre la base militar de Santa Lucía. A su lado, acompañándolo, están los titulares de la Secretaría de la Defensa, la Secretaría de Marina y la Secretaría de la Función Pública. Sonríe, saluda, y anuncia que en unos días se colocará la primera piedra del nuevo aeropuerto ahí. La fotografía que consagra el momento para la posteridad también refleja todo lo que está mal con el proyecto y por qué preocupa tanto su realización. Santa Lucía tiene serias deficiencias que no han sido lo suficientemente discutidas, analizadas y tomadas en cuenta por un gobierno que presume el aeropuerto como una magna creación. Ejemplifica errores que ya se cometieron y fueron costosos. Engloba la mala manera de planear y ejecutar la obra pública. Evidencia cómo el gobierno se equivoca y acaba pasándoles la factura a los ciudadanos.

Desde el momento en que se propuso como alternativa, los problemas eran evidentes y fueron señalados una y otra vez. Lo hizo el centro de investigación Mitre, que asesora a diversos organismos y autoridades de aviación. Lo hicieron las aerolíneas nacionales y extranjeras que utilizan el aeropuerto actual. Lo subrayó la Asociación de Pilotos Aviadores de México. Generaría una innecesaria complejidad en cuanto a operación y podría resultar en el “embotellamiento” del tráfico aéreo, sin resolver la saturación del actual sistema aeroportuario. La viabilidad de operación simultánea con el aeropuerto actual no ha sido probada y se ha quedado en un simple plan conceptual. La orografía de la capital mexicana no se presta a dos aeropuertos y la comparación con ciudades como Nueva York ni es válida. Y ese sólo es el principio.

Atrapados entre dos fronteras

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).– Los últimos días han sido de extrema complejidad para las relaciones exteriores de México. Las presiones contradictorias ejercidas desde la frontera norte y la frontera sur colocan al gobierno de López Obrador en una situación complicada. Atrapado entre dos fronteras contrastantes, en las que se juegan intereses imposibles de conciliar, el momento que se vive obliga al gobierno a tomar conciencia del margen tan estrecho de maniobra que se tiene cuando circunstancias internas en nuestros países vecinos ameritan tomar decisiones que, muy probablemente, serán erráticas y poco dignas, a más de dejar abierta una situación de alto riesgo en la frontera sur.

El ultimátum que presenta Trump en relación con la contención de los migrantes centroamericanos que atraviesan el territorio mexicano para llegar a los Estados Unidos tiene sus raíces en la campaña electoral para el 2020 que ya se ha iniciado. Parte de dicha campaña es el empeño de Trump en consolidar el apoyo de las bases que le dieron el triunfo en 2016. A ellas va dirigida la insistencia en la construcción del muro que los separe de México y las alertas sobre une emergencia nacional imaginaria que, según él, provoca la llegada de cientos de miles de refugiados centroamericanos al territorio de su país.

Tren Maya: ¿Otro elefante blanco?

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El Tren Maya, la gran apuesta de la Cuarta Transformación. El sueño sexenal de Andrés Manuel López Obrador. La obra que atraerá turismo, detonará el crecimiento, promoverá la inversión, creará empleo, dejará una huella perdurable y positiva. Eso nos dicen, eso nos cuentan, eso quisiéramos creer. Pero hasta el momento, apoyar la obra tal y como está planteada no es un acto de racionalidad; es un acto de fe. A la población y a quienes proveerán la inversión se les está pidiendo cerrar los ojos, persignarse y rezar. Porque no hay elementos o evidencia que constaten la viabilidad o el impacto ambiental o los augurios esperanzadores que el gobierno subraya. Hasta hoy, el Tren Maya es una promesa paradisiaca, no un proyecto realista.

Así lo revela el estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad. Un texto profesional, de lectura imprescindible por lo que revela, por los retos que retrata, por los desafíos que el gobierno necesita encarar. Ahí están los datos y la evidencia. Ahí están las comparaciones a nivel internacional. Y el objetivo del análisis no es asumir una postura adversarial vis a vis la nueva administración; busca que no repita los errores del pasado.

¿Quién es la mafia en el poder?

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- No tiene nada de malo cenar en casa de un amigo, pero cuando ese amigo pone la mesa para reunir al presidente de México con el super embajador de Estados Unidos, entonces el hecho despierta un significado cargado de relevancia.

La cena entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y Jared Kushner en casa de Bernardo Gómez, principal directivo de la empresa Televisa, desentona en más de un sentido con la narrativa general del discurso sostenido durante años por el mandatario.

Ministra contratista: Pagando favores

 

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Andrés Manuel López Obrador dice una y otra vez que jamás traicionará. Jamás romperá su palabra, incumplirá lo ofrecido, tomará una decisión que afecte negativamente a la democracia. Y sin embargo lo hace constantemente, como lo demostró la postulación de Yasmín Esquivel a la Suprema Corte. La Ministra Contratista. La esposa de su asesor favorito. La magistrada conservadora impulsada por un gobierno que se dice progresista. La mujer a la cual se le ha criticado legítimamente por una trayectoria caracterizada por conflictos de interés. Con su designación, AMLO le cumple a Rioboó pero no a quienes votaron por él. Prometió que no seleccionaría a ministros de la Corte como lo había hecho Peña Nieto, pero acabó emulándolo.

Extraño enemigo

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).– Andrés Manuel López Obrador usa una fórmula políticamente exitosa para gobernar. Edifica enemigos, identifica adversarios, denuesta a quienes lo cuestionan y los tilda de oposición. Son “conservadores”, buscan “poner trabas”, quieren que su gobierno fracase. Y en ese mismo saco de saboteadores ha colocado a la sociedad civil; ese extraño enemigo cuyo activismo allanó el camino para que su movimiento llegara a la Presidencia y al poder. Ese enemigo que no debería ser considerado como tal ya que suele estar asociado con demandas históricas de mayor libertad. Desde la Ilustración, pasando por Thomas Paine, Gramsci y Hegel, el concepto de “sociedad civil” denota un ámbito paralelo pero separado del Estado; un lugar donde los ciudadanos se organizan de acuerdo a sus propios intereses y deseos.

En México y en el mundo, la sociedad civil –heterogénea, variopinta y plural– ha impulsado transiciones democráticas, ha promovido el cambio político y social, ha abanderado causas que los partidos ignoran. Forma parte de esfuerzos históricos para profundizar y ampliar la democracia, la cual requiere instituciones autónomas para contener el poder del Estado mismo. Y eso es lo que motiva las siguientes reflexiones en su defensa:

Palabras de Salvador Allende para Maduro

Nicolás Maduro ha invocado frecuentemente la figura señera de Salvador Allende, muerto en Santiago de Chile en 1973 en un golpe apadrinado por los Estados Unidos. Como alguien que trabajó con el presidente socialista chileno durante los últimos meses de su gobierno, imagino así los consejos que Allende le dirigiría a su díscolo colega venezolano desde el otro lado de la muerte:

Señor Presidente Nicolás Maduro:

“Mi mafia en el poder”

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- ¿No habían prometido la separación entre el poder político y el poder económico? ¿No iban a desmantelar la mafia en el poder? ¿No iban a ir tras quienes han expoliado a México con la complicidad y la anuencia del gobierno? Esas eran las promesas de AMLO que muchos creyeron. Esas eran las posturas de la Cuarta Transformación por las que muchas votaron. Y por ello el desconcierto de tantos ante la decisión de empoderar, arropar y darle más negocios a Ricardo Salinas Pliego. Sí, el que se apropió ilegalmente del Cerro del Chiquihuite y el Canal 40. Sí, el demandado en Estados Unidos por las autoridades financieras ante el incumplimiento de sus obligaciones con accionistas minoritarios. Sí, el que recibió un préstamo de Raúl Salinas de Gortari para comprar Televisión Azteca. El miembro más emblemático del capitalismo de cuates que AMLO se comprometió a combatir.

Pero en lugar de ser investigado será encumbrado. En vez de ser acotado, será apuntalado. Es miembro del Consejo Asesor empresarial del nuevo gobierno que usará para abrirse nuevas oportunidades de negocios. Estará acompañado ahí por otros –como Olegario Vázquez Raña y Carlos Hank Rhon– conocidos por sus prácticas rentistas y oligopólicas. Ahora, por “invitación directa y sin contrato de por medio”, AMLO ha decidido que Banco Azteca sea el encargado de repartir las Tarjetas del Bienestar. Así nada más. Sin licitación transparente. Sin concurso público. Sin aval normativo, ya que esa asignación discrecional no es un mecanismo legal, por más que la Secretaría de Hacienda argumente que “no hay licitación porque los contratos de servicios financieros no están sujetos a la ley de adquisiciones”. La SHCP abusa al interpretar la legislación de esa manera. En efecto, para el pago de la nómina de los servidores públicos no se licita para elegir un banco; los usuarios deciden en qué banco se deposita su sueldo. Tienen la opción de elegir, como deberían tenerla en este caso. La decisión de darle el contrato a Banco Azteca es un decisión política y discrecional, y de esa manera debería interpretarse.

Guardia Nacional: ¿desmilitarizar militarizando?

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- No hay desafío más grave y más complejo para Andrés Manuel López Obrador que desmilitarizar la seguridad pública al tiempo que se arrebata al crimen el control de tramos extensos del territorio mexicano.

A este respecto, el presidente propuso en un principio crear una Guardia Nacional integrada mayormente por efectivos militares, situada bajo las órdenes directas del secretario de la Defensa.