MADRID (Proceso).- El 30 de enero en Palacio Nacional, y acompañado de un reducido número de sus colaboradores, el presidente Andrés Manuel López Obrador le anunció al mandatario español, Pedro Sánchez, que le solicitaría a España una disculpa por los agravios sufridos por los pueblos indígenas durante la Conquista, coincidiendo con la efemérides de los 500 años del arribo de Hernán Cortés a lo que hoy es México.
Cincuenta y cuatro días después se hizo público que López Obrador envió una carta con ese propósito al rey Felipe VI, lo que produjo un desencuentro diplomático entre México y España y una cascada de reacciones adversas desde este país a la propuesta. Otra carta con propósito similar fue enviada al Papa Francisco, para que la Iglesia católica pidiera perdón por los abusos cometidos por esa institución durante la Conquista.