De EU a Canadá Huyendo de Trump

MONTREAL (proceso).- El poblado quebequense de Hemming­ford (a 70 kilómetros de Montreal) comparte con Mooers, Nueva York, un camino llamado Roxham. Una zanja poco profunda, una pequeña reja oxidada y un par de letreros fungen como los únicos elementos que indican el límite entre Estados Unidos y Canadá. Desde hace algunos meses, cientos de personas –un número considerablemente mayor al promedio– han ingresado ilegalmente a este último país a través de esta ruta.

Son las nueve de la mañana del miércoles 1. Dos patrullas de la Policía Montada de Canadá se encuentran estacionadas a pocos metros de la zanja entre Hemming­ford y Mooers. De repente, un taxi se detiene del lado estadunidense de la frontera. Una mujer desciende del vehículo acompañada de tres niños. Agentes de migración de Estados Unidos llegan inmediatamente y le piden los pasaportes. Verifican que madre e hijos se encuentren en el país de manera legal. Luego del control migratorio, la mujer camina con sus pequeños mientras maniobra para sujetar, al mismo tiempo, sus pocas pertenencias. Agentes de la Policía Montada de Canadá le advierten que, si continúa, será detenida por ingresar ilegalmente al país. Responde que está consciente de la situación y que proviene de Sudán. Los agentes toman a los niños de la mano e informan a la madre que está oficialmente detenida, leyéndole enseguida sus derechos. Todo ha salido para ella de acuerdo con lo previsto.

El circo

WASHINGTON (proceso).- La convocatoria fue de último minuto. La Oficina de Prensa de la Casa Blanca citó a los reporteros para una conferencia de prensa que ofrecería el presidente Donald Trump el jueves 15 y en la cual anunciaría la nominación de Alexander Acosta como secretario del Trabajo.

En el Ala Este de la Casa Blanca, atiborrada de reporteros, había expectación: Trump frente a los medios de comunicación, a muchos de los cuales llama deshonestos y creadores de “noticias falsas”.

De regreso al “infierno libio”

PARÍS (proceso).- El embajador de Alemania en Níger es categórico: en Libia los centros de detención de migrantes controlados por traficantes de personas son comparables con los campos nazis de concentración.

El diplomático, quien asegura disponer de fotos y videos tomados con celulares y debidamente autentificados para corroborar sus afirmaciones, recalca que los detenidos son sometidos a todo tipo de torturas y tratos inhumanos, y que los grupos criminales suelen ejecutarlos cuando necesitan “espacio” para “recibir” a más migrantes.

La “confusión” de Netanyahu

Beatriz Lecumberri

JERUSALÉN (proceso). .- Menos de 140 caracteres en Twitter bastaron para provocar un profundo malestar diplomático de México hacia Israel: “El presidente Trump tiene razón. Yo construí un muro a lo largo de la frontera sur de Israel. Contuvo toda la inmigración ilegal. Gran éxito. Gran idea”.

México, en la “ruta americana” de los africanos

Irene Savio

TAPACHULA, Chis. (proceso).- En un rincón de esta ciudad chiapaneca, Merhaini Habjermartian observa nervioso el celular que tiene en la mano. Busca información para seguir su viaje y no sabe cómo. Oprime las teclas del aparato y el sudor se le cuela entre los dedos. Hace siete años salió huyendo de su país, Eritrea –que sufre una de las peores dictaduras–, y ahora, en México, teme que el sueño de alcanzar Estados Unidos se le acabe en el último tramo.

Las armas europeas provocan migración… y combaten la migración

MADRID (proceso).- La industria armamentística y de seguridad en Europa es la gran beneficiada por la crisis de los refugiados. El sector provee de arsenales y equipamiento militar a los países de Oriente Medio y África del Norte, regiones convulsas de las que huyen millones de sus ciudadanos y, luego, a través de su grupo de presión, la Organización Europea para la Seguridad (EOS), influye para que la Unión Europea (UE) refuerce el control de sus fronteras, convirtiéndose así en el gran contratista del amurallamiento europeo.

Un negocio redondo.

Los hackers del Kremlin Marco Appel

BRUSELAS (proceso).- Anapa es un balneario turístico ruso de la costa norte del Mar Negro, nombrado Ciudad de Gloria Militar por el presidente Vladimir Putin. En el número 120 de la calle Lermontova se levanta un alto edificio de lujosos departamentos, que muy pocos pueden pagar. Uno de sus inquilinos fue Evgenyv Bogachev, el cibercriminal más buscado por el estadunidense Buró Federal de Investigación (FBI) y por quien ofrece desde febrero de 2015 una recompensa de 3 millones de dólares.

A sus 31 años, Bogachev vivía tranquilamente en ese soleado destino de playa con su esposa Alona y una hija de nueve años. Aparentemente era propietario de un yate, aunque manejaba un viejo Volvo, con una etiqueta en la defensa anunciando sus servicios de “reparación de computadoras”.