BRUSELAS (proceso).- La tarde del 25 de junio de 2019 dos suecos, de 21 y 23 años, circulaban en un vehículo por el barrio de Herlev, 12 kilómetros al noroeste del centro de Copenhague, la capital danesa. Ambos eran líderes de un grupo del tráfico de drogas conocido como Shottaz, que opera en la periferia de Estocolmo, Suecia.
Faltaban 10 minutos para las 18:00 horas cuando recibieron una ráfaga de armas automáticas disparadas desde un Audi gris con placas de la ciudad sueca de Malmo. Uno de los jóvenes murió de inmediato y el otro falleció esa noche en el hospital.