CIUDAD DE MÉXICO (proceso).– Después del operativo fallido para capturar a Ovidio Guzmán López, en las entrañas de las Fuerzas Armadas germinan la “molestia” y la “decepción” contra la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La orden de liberar al hijo de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, la carga política del Ejército en el fracaso de la detención y la reacción contra las críticas a la estrategia atizan silenciosamente el bajo estado de ánimo entre la tropa y oficiales.