CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Tras el débil relanzamiento de la campaña del candidato presidencial de la coalición Todos por México, José Antonio Meade, y frente al arranque de las campañas en los 30 estados donde habrá elecciones locales, la dirigencia nacional del PRI, encabezada por René Juárez Cisneros, comenzó a operar para asegurar el voto duro priista, estimado en poco más de 6 millones de sufragios, y atraer el de los indecisos –que según algunas encuestas sería de 28 millones–, para evitar caer hasta el tercer lugar, incluso en el Congreso de la Unión.