CIUDAD DE MÉXICO (apro).- No ha cumplido aún dos años de gobierno, un tercio del sexenio, y el presidente Andrés Manuel López Obrador ya ha sufrido la baja de los titulares de las secretarías y entidades estratégicas en finanzas, salud, comunicaciones, medio ambiente y, próximamente, seguridad, casi todas con renuncias estruendosas contra la concepción e instrumentación de las políticas públicas que él personalmente define.
Una de las más recientes es la del exconsejero electoral Jaime Cárdenas Gracia al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, organismo creado por el gobierno de López Obrador para administrar y vender bienes decomisados y que, según el exfuncionario, está infectado por la corrupción, el mal que prometió extirpar el presidente de la República.