ALCOZACÁN, Gro. (proceso).- Desde hace un año las guardias comunitarias de poblaciones indígenas están abiertamente confrontadas con el grupo delictivo Los Ardillos en la región de La Montaña Baja, zona de Guerrero, donde parece imperar la Ley del Talión. El conflicto ya provocó, extraoficialmente, casi un centenar de muertes, el desplazamiento de cientos de pobladores y un número indeterminado de desapariciones.
Ante la indiferencia de los gobiernos estatal y federal, niños huérfanos comienzan a implicarse en la guerra de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF) y la mencionada banda criminal.