CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Por primera vez, tras 51 meses de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el altar principal de la Basílica de Guadalupe fue el escenario de una ceremonia religiosa dedicada a los estudiantes y a sus familiares, que este miércoles recorrieron las calles de la Ciudad de México para exigir, como cada mes, el esclarecimiento del caso.
Padres y madres de los normalistas, acompañados de compañeros de los desaparecidos, llegaron a las puertas del recinto religioso al grito de “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!” y el pase de las 43 víctimas.
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