BOGOTÁ, 11 de julio (apro).- Colombia, un país en el que la violencia del narcotráfico ha cobrado más de 20 mil vidas en las últimas dos décadas, descubrió que el deporte por sí solo es incapaz de jugar un papel significativo en la prevención del delito y que, en todo caso, éste debe formar parte de una estrategia integral de desarrollo social.
El presidente del Comité Olímpico Colombiano (COC), Baltazar Medina, dice que más que una política deliberada para que el deporte sea una herramienta para combatir la violencia y evitar que ésta se reproduzca en las nuevas generaciones, lo que existe es “el convencimiento del gran poder formativo que tiene esa actividad”.
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