CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Damaris Aguirre tocó por primera vez una barra olímpica de levantamiento de pesas cuando tenía 24 años. En el gimnasio de la Universidad Autónoma de Chihuahua, el entrenador cubano Adolfo del Corral le puso en las manos una que pesaba 20 kilos. En cuestión de semanas, la atleta levantó lo suficiente para calificar a la Universiada Nacional donde ganó plata en la categoría de 75 kilos. Dieciséis años más tarde, por un reacomodo de lugares inesperado, se convirtió en medallista olímpica.
Durante 11 años practicó gimnasia artística. Su 1.63 metros y 70 kilos no le estorbaban para ejecutar las rutinas. Tenía una musculatura que impresionaba, era muy flexible y fuerte. Sin embargo, en esa disciplina nunca obtuvo un resultado que la colocara cerca de, al menos, alcanzar una competencia internacional. Un segundo lugar por equipos a nivel nacional era su máximo logro.
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