CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En una década, la empresa Sea Dragon de México se convirtió en una de las principales arrendadoras de plataformas de perforación en aguas ultraprofundas para Pemex; los seis contratos que obtuvo durante las administraciones de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto sumaron 2 mil 838 millones de dólares.
Lo paradójico es que Sea Dragón de México nunca tuvo una sola de estas plataformas: desde un principio, fue diseñada como una cáscara vacía, cuya única función se limitó en subarrendar a Pemex plataformas que ella misma rentaba a sociedades de papel incorporadas en paraísos fiscales.
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