CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Contra el tiempo y el desgaste geológico y gracias a la utilización de un georradar, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Universidad de Arizona lograron explorar, por primera vez, una frágil e intacta estructura arquitectónica de antiguos agricultores del desierto de Sonora.
El propio INAH informó del hallazgo e investigación que enfrenta la paradoja de la erosión que, a la vez que destruye los vestigios arqueológicos, también los descubre.
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