WASHINGTON, (proceso).- En 1982, el entonces presidente José López Portillo pronunció una frase memorable en alusión al retiro de publicidad gubernamental en diversos medios de comunicación: “No pago para que me peguen”. Esa máxima parece ser desconocida en el prestigioso centro académico The Woodrow Wilson Center, que cada año recibe 75 mil dólares del gobierno de México.
The Woodrow Wilson Center destina ese dinero al financiamiento de su Instituto México. El objetivo es organizar encuentros o foros destinados a promover y dar a conocer los temas de la relación bilateral entre México y Estados Unidos, de acuerdo con un convenio firmado con la Secretaría de Relaciones Exteriores.
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