MÉXICO, DF (apro).— Pese a las nuevas disposiciones en defensa de los usurarios financieros contenidas en la reforma financiera, los despachos de cobranza continúan haciendo de las suyas:
Contratados por diferentes instituciones financieras, hacen gestión de cobranza sin ser el cliente, usuario o deudor; amenazan, ofenden o intimidan al deudor, familiares, compañeros de trabajo o cualquier otra persona que no tenga relación con la deuda y, por si fuera poco, se dirigen a los usuarios con maltrato u ofensas.
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