MÉXICO, D.F., 8 de octubre (proceso).- El Partido Revolucionario Institucional prefiere un Consejo General del Instituto Federal Electoral incompleto que uno en el que no tenga garantizada la mayoría. Eso es lo que traba cualquier negociación para lograr la designación de los tres consejeros faltantes desde hace más de 11 meses.
La lectura de los priistas es muy sencilla: ellos hoy tienen dos votos seguros en todas las votaciones que se realicen, pues Marco Antonio Baños y Francisco Javier Guerrero siempre se alinean a las posiciones de los tricolores. Pero en los temas controvertidos tienen la posibilidad de conseguir el voto adicional de Macarita Elizondo y/o de Leonardo Valdés, porque su lectura e interpretación de la ley es coincidente con la que hacen los priistas en muchas de las ocasiones, lo cual es suficiente para impedir (y eventualmente rechazar, si se suman los dos votos) que se aprueben acuerdos o resoluciones a los que ellos se oponen o que los sancionen.
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