MONTERREY, N. L., (apro).- James Bond se ve cansado. Aún mantiene las habilidades intactas, y esa forma cruel de asesinar al servicio de Su Majestad, pero su mundo ha cambiado. Algunos elementos nuevos ingresan a su vida y hacen que se le ablande el corazón.
El mítico agente 007, con licencia para matar, ha mutado hacia una existencia apacible. Tiene el futuro resuelto y ha ajustado cuentas con el pasado. Se ha cansado de ser un mujeriego, y en el porvenir hay mucho sol, playa y un disfrute de pequeños placeres que, parece, nunca ha tenido tiempo de gozar.
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