MONTERREY, N. L. (apro).– En Corea del Sur, los niños Nora y Hae Sung eran amigos inseparables. Como compañeros de escuela y de aventuras, vivían el más puro amor infantil como dos hermanos que siempre querían estar juntos.
Hasta que el destino y las dinámicas familiares hicieron que ella emigrara a América.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí