BEIJING, 9 de agosto (apro).- Las autoridades panameñas recibieron el “pitazo” de que en un carguero con bandera norcoreana que venía de Cuba había algo más que un “regalo humanitario” entre dos países unidos por su posición antiestadunidense.
Más de un centenar de policías abrieron los 27 contenedores y, enterrados bajo más de 220 mil sacos de azúcar, encontraron dos cazas Mig-21Bis de fabricación soviética, quince motores para esos aviones, una antena de radar de un sistema de defensa antiaérea, dos misiles enteros y otros nueve en piezas.
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