CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En la Organización de los Estados Americanos (OEA) chocaron las posturas de los gobiernos de México y de Estados Unidos sobre Bolivia: el primero condenó un “golpe de Estado”, mientras que el segundo celebró la renuncia del presidente Evo Morales, quien es ahora asilado político en México.
Carlos Trujillo, representante del gobierno de Donald Trump incluso atacó de manera indirecta a México, pues aseveró que “Estados Unidos nota la hipocresía de Estados miembros de la OEA que afirman su apoyo a la democracia y la no injerencia (…) y decidieron violar ambos principios: se oponen a todos los esfuerzos para que Bolivia tenga elecciones libres y justas, y ahora intervienen mediante el apoyo a funcionarios del exgobierno, quienes planearon y ejecutaron un fraude electoral masivo”.
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