Cuando huir no es suficiente

Andrés Mourenza

LESBOS, GRECIA/ESMIRNA, TURQUÍA (proceso).- El señor Nikos sabe bien lo que es huir. Por eso no le cuesta trabajo entender a los miles que, desde su aldea en las montañas septentrionales de Lesbos, ha visto llegar a su isla en los últimos meses cruzando la estrecha franja marina que separa Turquía de Grecia, ya en la Unión Europea.



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