QUERÉTARO, Qro. (apro).- Dafne se llevó la mano al pecho y suspiró: “Voy a poder ver a mi bebé”. Se refería a su pequeña hija, de quien fue separada después de que la Fiscalía General del Estado (FGE) la acusó de homicidio por un “parto fortuito” que tuvo en 2015 en los baños de la tienda Liverpool, donde laboraba.
Luego de permanecer tres años en prisión, la mujer, sollozante, salió del Juzgado del Tribunal de Justicia Penal con sede en San Juan del Río, que resolvió a favor su caso, por lo que fue absuelta y quedó en libertad.
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