MÉXICO, D.F., 5 de septiembre (apro).- La estampa de progreso, de modernidad, de obras fastuosas y de compromisos cumplidos se le cayó estrepitosamente al gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, en su sexto y último informe de gobierno.
Y es que las dramáticas escenas que se han visto en los últimos días, con casas inundadas y cientos de familias con el agua al cuello literalmente le quitaron el cascarón a ese espejismo de entidad creado por el aspirante presidencial.
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