CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En Ciudad Hidalgo, Michoacán, el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, calló. No hizo referencia al caso del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, aunque ya era de dominio público que sobre él pesaba un orden de aprehensión obtenida por la Fiscalía General de la República (FGR).
Sostuvo que en las elecciones del 6 de junio estará en juego el orden constitucional, y fue hasta ya entrada la tarde cuando, a través de su cuenta de Twitter, fijó una posición:
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