CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- A dos días de haberse constituido, el Frente Ciudadano por México (FCM) –que por primera vez en la historia une a partidos de derecha e izquierda– asestó una derrota al presidente Enrique Peña Nieto, quien desistió de imponer como fiscal general mediante “pase automático” al priista Raúl Cervantes a cambio de la instalación de la Cámara de Diputados, y fortaleció el proyecto presidencial del panista Ricardo Anaya, el principal promotor de la alianza.
Luego de su derrota, el propio Peña Nieto confirió a Anaya, sin nombrarlo, preeminencia como opositor, por encabezar la estrategia de las bancadas de los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC) para frenar, por ahora, la conversión del procurador Cervantes a lo que organizaciones civiles denominan “fiscal carnal” transexenal.
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