ACATEPEC, Gro., 30 de septiembre (apro).- En el camino que cruza El Chirimoyo, entre las pisadas de huarache impresas en el barro, hay flores amarillas, ya machucadas, que indican la senda que lleva a los muertos.
Los pétalos están frescos. Los entierros son recientes. Los seis difuntos de esta comunidad, aunque fueron aplastados por un alud como los de La Pintada, no salieron en la tele. No hubo brigadas que vinieran a rescatarlos. Las familias no han recibido la palabra de aliento de ningún funcionario. Ni siquiera conocen al presidente municipal, Juan Paulino Neri, quien desde la desgracia no ha pisado el municipio. Sus familias no conocen albergue donde puedan mantener el petate seco.
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