CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Tan sólo en las primeras tres semanas del mes de marzo fueron contabilizados cinco asesinatos o agresiones a periodistas y defensores de derechos humanos en México –entre ellos el homicidio de Miroslava Breach Velducea, corresponsal de La Jornada en Chihuahua, el jueves pasado–, una cifra que ilustra el “alarmante deterioro en las condiciones de seguridad para que periodistas y defensores ejerzan su importante labor en el país”, consideró la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA).
Los estados de Guerrero, Veracruz, Sinaloa, Chihuahua y Oaxaca, donde fueron perpetrados los ataques más recientes, “presentan graves problemas de violencia, presencia de grupos de delincuencia organizada, desplazamiento interno y violaciones a derechos humanos”, y ahí “existen antecedentes de represión (…) que no han sido investigados ni sancionados”.
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