ARTÍCULO / PRISMA INTERNACIONAL / Josep-María Terricabras* / BRUSELAS (apro).- Tengo la fortuna de mantener vínculos personales con México. Algunos amigos míos son de ese país, descendientes de aquellos refugiados republicanos españoles que, huyendo de la dictadura franquista, fueron recibidos con los brazos abiertos por el México de Lázaro Cárdenas.
Además, como eurodiputado miembro de la Comisión Parlamentaria Mixta Unión Europea-México, estoy especialmente preocupado por la situación de los derechos humanos, la violencia y la impunidad imperantes en el país.
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