CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La desaparición de 109 fideicomisos que amparan casi 68 mil 500 millones de pesos convertirá a la Tesorería de la Federación en la gran caja del gobierno federal, la cual, hasta el momento, carece de reglas de operación para redistribuir dichos recursos.
Acabará con la opacidad en que algunas de estas figuras se han mantenido, pero también, la concentración del dinero tendrá otras consecuencias, por ejemplo: elimina el seguro de depósito de clientes de cajas de ahorro, afectará la operatividad y continuidad en investigaciones de científicos, dañará la mejora de aduanas, dejará sin garantía a pequeños empresarios y medianos empresarios y disminuirá el circulante de la banca privada.
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