DESARME, “HASTA QUE SE ERRADIQUE A TEMPLARIOS”, REFRENDA MIRELES

NUEVO URECHO, Mich., 11 de abril (apro).- A las siete de la noche repiquetearon las campanas de la iglesia, no era un llamado a misa, sino a una asamblea convocada por los autodefensas que, equipados con rifles de asalto y pistolas, llegaron a liberar este pueblo de los Caballeros Templarios.
Decenas de autodefensas provenientes de varios municipios del valle de Apatzingán llegaron desde temprano a este pueblo histórico –aquí José María Morelos y Pavón ofició misa por varios meses–, el cual ya estaba vigilado por policías federales y el Ejército.


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