CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Según el gobierno federal, los medios internacionales que investigan las propiedades inmobiliarias del primer círculo presidencial “faltan a la verdad”, especulan “de manera dolosa” y hasta “orientan a sus reporteros a predecir el futuro”, como en el caso reciente de The Guardian, o “carecen de rigor” al hacer la conversión de “viejos” a “nuevos pesos”, como sucedió con la agencia Reuters, o ignoran que al primer mandatario mexicano “no le corresponde participar en los procesos de asignación de contratos”, en respuesta a The Wall Street Journal.
Esas son las expresiones utilizadas por el vocero presidencial, Eduardo Sánchez, quien desacredita de forma automática, pero no aclara las dudas y menos aporta información. El regaño, los reproches, el silencio o la descalificación han sido el “recurso del método” de Sánchez para enfrentar los crecientes escándalos en torno a las propiedades inmobiliarias de la primera dama, Angélica Rivera; del presidente, Enrique Peña Nieto, y hasta del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, exhibido por The Wall Street Journal y la agencia Bloomberg.
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