MÉXICO, D.F., 2 de enero (apro).- La “desesperanza” a no tener una calidad de vida digna es una de las terceras causas que empujan al suicidio a los jóvenes, según un estudio de la UNAM.
Dicho problema social alcanza ya tal magnitud que el pasado 18 de diciembre el Senado aprobó un dictamen para solicitar a la Secretaría de Salud considerar al suicidio como un problema de salud pública y más: que se introduzca a la depresión en la lista de enfermedades de mortandad en México, como patología asociada al suicidio.
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