CHENALHÓ, Chis. (apro).– Mujeres embarazadas, niños, niñas, personas de la tercera edad y hombres corrieron por las montañas para salvar su vida, atrás dejaron sus casas, animales de traspatio, sus cultivos de café, plátano, maíz y frijol, y muchos hasta sus muertos, que no pudieron enterrar, narran desplazados desde un campamento improvisado a la intemperie.
En un descampado de un banco de grava de Majomut, una de las comunidades de las montañas de los Altos de Chiapas, entre Polhó y Acteal, no más de un centenar de personas de diversas edades duermen bajo una gran lona que instalaron para protegerse del sol y la lluvia.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí