CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien será el primer civil en gobernar la isla desde el triunfo de la Revolución, en 1959, llega al cargo sin el poder que tuvieron sus antecesores, Fidel y Raúl Castro, y con la desafiante tarea de gobernar una nación cuyo modelo socialista necesita reinventarse para sobrevivir a los nuevos tiempos.
El ingeniero electrónico y funcionario de larga trayectoria en el Partido Comunista de Cuba (PCC) tiene el mérito de venir desde la base del entramado institucional que los líderes históricos de la Revolución Cubana diseñaron, y tiene la ventaja de conocer, como pocos dirigentes en la nación caribeña, cómo funciona la envejecida estructura burocrática con la que le tocará ejecutar las políticas de su gobierno.
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