CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Ningún usuario se imagina que cuando paga por usar el Viaducto Bicentenario y el Circuito Exterior Mexiquense, dos vías de cuota para cruzar la anárquica zona metropolitana del Estado de México –vecina de la capital del país–, parte de ese dinero se destina al soborno de funcionarios y al financiamiento ilegal de campañas políticas como la de Alfredo del Mazo, el candidato del PRI al gobierno de esa entidad.
Y menos saben los usuarios que dinero de la empresa que explota esas dos vías de comunicación de cuota, concesionadas a OHL por Enrique Peña Nieto cuando fue gobernador, se envía a su matriz de España para corromper también a gobernantes del Partido Popular a cambio de privilegios en obra pública, como consta en la investigación que llevó a la captura de Javier López Madrid, yerno del máximo accionista de la constructora, Juan Miguel Villar Mir.
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