XALAPA, Ver. (apro).- El gobernador Javier Duarte de Ochoa se encuentra acorralado:
Por un lado, el frustrado aspirante a la gubernatura, el senador priista Héctor Yunes, exigió su renuncia por “vergüenza y por decoro” y aseguró que ha sido el peor mandatario del PRI en la historia de Veracruz y, por el otro, su propia bancada en el Congreso local le ha congelado y abortado ocho iniciativas de ley con las que el polémico gobernador pretendía blindar su salida y dejar funcionarios “a modo” para evitar ser sancionado en el futuro.
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