CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- La captura de César Horacio Duarte Jáquez el miércoles 8 en Miami, en una de sus 50 propiedades –que presuntamente adquirió con prestanombres o por familiares en Florida, Texas y Nuevo México–, removió las piezas políticas locales y nacionales de la red de corrupción que tejió cuando fue gobernador de Chihuahua, del 4 de octubre de 2010 al 3 de octubre de 2016.
Durante su gestión, el priista Duarte saqueó las arcas públicas de la entidad. Lo hizo con el apoyo del Congreso local, cuyos legisladores aprobaron reformas legislativas en materia de seguridad y finanzas. En su sexenio adquirió ranchos y ganado exótico, incluso creó una institución fiduciaria llamada Unión Progreso, que se convirtió en banco desde el cual se hicieron escandalosos manejos de divisas.
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