CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El 6 de enero de 2016, un año antes de estallar el escándalo de corrupción de Odebrecht, el mandatario Enrique Peña Nieto cumplió una promesa que la administración de Felipe Calderón hizo a una filial de la empresa brasileña en 2010: mediante decreto presidencial, el priista estableció un arancel de 5% a las importaciones de polietileno de baja densidad para favorecer la producción de este hidrocarburo en el complejo Etileno XXI, operado por la misma empresa brasileña.
El arancel que Peña Nieto decretó formaba parte de una cláusula contenida en el contrato de suministro de etano que celebró Pemex Gas y Petroquímica Básica (PGPB, hoy Pemex Transformación Industrial) con el consorcio Braskem-Idesa el 19 de febrero de 2010, con Calderón Hinojosa y el expresidente brasileño Lula Inácio da Silva como testigos de honor.
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