El argumento y el infantilismo

Para Carmen Medel, cuyo sufrimiento y clamor de justicia es el mío y el de cientos de miles de familias.

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Hacia el final de su vida, Iván Illich, definiendo el mundo que emergía de la sofisticación tecnológica y la velocidad de los medios de comunicación, llamó a nuestra época la era del show, la era del espectáculo. La página del libro, que nació en el siglo XII y XIII y permitió el surgimiento de la universidad y de la reflexión crítica, dejó paso a la pantalla de la computadora y del celular. Con ello, la búsqueda de la verdad, de la realidad o de la ética que habita en el pensamiento crítico y el diálogo perdió su prestigio, sustituido cada vez más por la atención al mensaje relámpago. Desprovistos de sus contextos argumentativos, esos ectoplasmas lingüísticos tienen tal cantidad de connotaciones que, a fuerza de ya no designar nada, generan reacciones sin sentido, reacciones de un infantilismo fantasioso o de una violencia salvaje. 



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