EL ASESOR QUE VINO DEL SUR

BOGOTÁ, 23 de junio (proceso).- El 2 de diciembre de 1993 el entonces mayor de la policía Óscar Naranjo Trujillo llevaba ya una semana escuchando las conversaciones de la esposa y los dos hijos de Pablo Escobar, jefe del Cártel de Medellín.
El oficial ocupaba una habitación del piso 30 del hotel Tequendama, en el corazón de esta capital; la familia del narcotraficante permanecía en una suite del piso 29. Escobar desconocía que Naranjo y los hombres de inteligencia de la policía “””que seguían sus pasos desde hacía más de un año””” habían instalado varios micrófonos en el lugar.


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