CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Aseguran que es callado, discreto y sin el carisma que sí tienen el portugués Cristiano Ronaldo y el astro argentino Diego Armando Maradona. Pero quien conoce de futbol y ha apreciado el olor rústico del sudor mezclado con el vapor de las duchas del vestuario sabe que el talento futbolístico habla por sí solo y alimenta el aura.
El martes 4, Lionel Messi demostró esa teoría. De manera peculiar y pocas veces vista, la joya más preciada del Futbol Club Barcelona reaccionó con carácter y temple a los señalamientos del director deportivo de la entidad culé, Eric Abidal.
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