MEXICO, DF (proceso).- A dos años y tres meses de la mala intervención de la estatua ecuestre de Carlos IV, El Caballito, por parte del gobierno de Miguel Ángel Mancera, persisten más dudas que certezas respecto de lo ocurrido en septiembre de 2013, del proceso que se seguirá para su restauración integral, quiénes fueron los responsables de ordenar y contratar aquella acción, por qué hasta hoy sigue cubierta la escultura realizada por Manuel Tolsá y por qué no se han rendido cuentas a la ciudadanía.
Algunas de estas interrogantes son planteadas por el arquitecto Sergio Zaldívar Guerra, exdirector general de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) –ahora recién convertido en Secretaría de Cultura–, conservador de Palacio Nacional en el gobierno de Ernesto Zedillo y responsable del proyecto de nivelación geométrica de la Catedral Metropolitana, en entrevista con Proceso en su despacho de Mixcoac.
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