CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- El pasado septiembre Claudio Merino Pérez esperaba a su esposa en la estética que ella atendía en Santiago Jamiltepec, municipio de la costa oaxaqueña donde él quiso ser presidente municipal y era uno de los dirigentes de Movimiento Ciudadano. Al establecimiento llegaron hombres armados que le dieron 23 tiros.
El asesinato apenas generó algunas notas breves o fue incluido en los recuentos de víctimas de la violencia en 2017 (el año más violento desde que en 1997 se empezaron a llevar registros: oficialmente: 29 mil 168 homicidios), pese a que marcó el arranque de la violencia contra aspirantes políticos en este proceso electoral.
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