CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Hace ya dos años, el 12 de agosto de 2016, Andrés Manuel López Obrador anticipó que, de ganar las elecciones, no perseguiría a “la minoría rapaz”, que no habría represalias si ganaba en 2018, muy “a pesar del daño que le han hecho al país”. Luego, no hay engaño.
Con algunas variaciones en la forma de reiterar esa promesa de no persecución, de no represalia, López Obrador ha sido persistente desde la fecha citada. Por ejemplo, el pasado 3 de mayo, en el programa “Tercer Grado” de Televisa, lo repitió asegurando que la erradicación de la corrupción iniciaría a partir del 1 de julio, pero que dejaría correr y concluir los procesos que estuvieran en curso.
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