EL COMERCIO DE LA MUERTE

Olga Pellicer

MEXICO, DF, 10 de marzo (proceso).- La Junta Consultiva para asuntos de desarme del Secretario General de la ONU, a la que pertenezco, decidió destinar su primera sesión de este año al tema de las armas convencionales. La sugerencia para hacerlo provino de algunos miembros de la Junta, entre ellos mi colega brasileña y yo, motivadas por venir de países sacudidos por la violencia propiciada, entre otros, por el tráfico de armas. La sesión permitió acceder a información que acentuó nuestro temor por la dimensión tan avasalladora que alcanza la producción, comercio y tráfico de tales armas; asimismo, abrió la puerta a un optimismo moderado por la posibilidad de avanzar en la construcción de normas internacionales que permitirán adquirir, al menos, cierto control sobre un comercio cuyos efectos pueden ser devastadores.


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