El desamparo

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La sociedad mexicana en su totalidad, y los periodistas como parte de ella, sufrimos un desamparo absoluto frente al crimen organizado hecho gobierno. No hay nada que nos proteja, ninguna autoridad es capaz de dar seguridad y tampoco, en el caso de los reporteros, ningún manual, protocolo o medidas de protección nacionales o internacionales ofrecen un resguardo ante el creciente poder de los grupos criminales que ya se han transformado en autoridad.

A partir del surgimiento del Narco Estado en entidades como Michoacán, Tamaulipas, Veracruz, Guerrero, Chihuahua, entre otras, donde autoridad y crimen organizado son lo mismo, la ciudadanía y los periodistas que viven en la zonas de mayor peligro no tienen ninguna protección gubernamental sino que están a la voluntad de los grupos de delincuentes que se han entronizado como único mando.



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