CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A pesar de que ha pasado casi un cuarto de siglo, los mexicanos no hemos podido superar el traumático año de 1994. Más que una referencia, es casi un punto de partida para explicar el proceso de descomposición de México.
Los asesinatos del candidato presidencial del PRI Luis Donaldo Colosio, en marzo de ese año, y el del secretario general de ese mismo partido, José Francisco Ruiz Massieu, en septiembre siguiente, demuestran cuán traumática ha sido la transformación del sistema político mexicano, en un contexto de modernización económica también agresivo para el grueso de la población.
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