CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Los poderes del Estado mexicano están a prueba. La decisión del titular del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, de bajar la vara para los ingresos de los altos funcionarios públicos, sin considerar particularidades; la obsecuencia de la mayoría oficialista en el Legislativo, que apuró una ley defectuosa; y la determinación del Judicial de atenerse a la Constitución bajo principios ahora encontrados han creado una tormenta perfecta.
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