BOGOTÁ (Proceso).- Dairo Antonio Úsuga David, Otoniel, quien hasta el mes pasado era el principal abastecedor de cocaína de los cárteles mexicanos de la droga, pudo eludir durante años a los miles de policías y soldados que lo perseguían en el noroeste de Colombia, gracias a su vasta experiencia en la guerra irregular: era un capo del narcotráfico que había sido guerrillero y jefe paramilitar.
Con esa formación, Otoniel dirigía, desde la clandestinidad en la selva, el denominado Clan del Golfo –la principal banda criminal de Colombia, con unos 3 mil 200 hombres armados– y con ese poder de fuego llegó a controlar la tercera parte de la producción de cocaína en este país.
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