José Gil Olmos e Isaín Mandujano
OVENTIC, CHIS., 5 de enero (proceso).- A las 21:30 horas del 31 de diciembre, el caracol zapatista de Oventic era un hervidero de sombras azules y negras concentradas en la enorme plancha construida en 1995. No fue como en años anteriores, en los que el grupo guerrillero salía a colgar un anuncio en la entrada de los centros de reunión con la leyenda: “Nos fuimos de vacaciones, nos vemos el próximo año”.
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